Marcela, la capitana que capea las “olas de la diversidad y la alegría”
Junto con su Rey Momo Lisandro Polo, la soberana de las carnestolendas participó en la versión número 18 de la Guacherna Fluvial.
Lar órdenes del alto mando eran simples: que la gente se divirtiera este domingo 17 de enero con un recorrido por todo el Río Magdalena y a la vez apoyara una causa noble en compañía de los Reyes del Carnaval de Barranquilla Marcela García Caballero y Lisandro Polo.
Las directrices llegaron desde la Acción Social Naval de Barranquilla y la respuesta cautivó a los soberanos, quienes armaron una sola gozadera desde de las 9 de la mañana.
Con los cuatro bongos impulsados por dos remolcadores zarparon desde el muelle de señalización marítima, ubicado en la Vía 40, campamento Las Flores para recorrer 14 kilómetros del Río Magdalena y observar toda la belleza que baña las tierras del Atlántico.
Vestida como una marinerita y haciendo el saludo oficial estaba Marcela quien solo se detuvo toda la mañana cuando tenía que tomarse una foto, pues estuvo todo el tiempo bailando y gozando como si ayer no se hubiese realizado la Lectura del Bando en la Plaza de Paz y ella todavía estuviera nuevecita en danza.
“Reina baila para nosotros, eres la mejor”, le gritaban los más de 2 mil 300 asistentes al eventos, quienes se tomaron la gran pista de baile animada por una cipote e’ papayera y dos grupos de millo.
A su lado siempre estuvo su ‘primer oficial’, el Rey Momo del Carnaval de Barranquilla, Lisandro Polo, quien no se despegó de su gran aliada de la fiesta y hasta la cargó para hacer la típica foto veraniega al lado de un caudal.
“Esto es pura gozadera y más con la Reina tan bonita que tengo a mi lado”, piropeaba el director del grupo Tambó a su “sirena carnavalera de río”, como llamaba a Marcela, quien estuvo acompañada de sus familiares y una que otra Reina camuflada como Cristina Felfle.
“Estoy muy orgullosa de ella porque se sobró y demostró que como ella solo hay una”, expresó la publicista.
Se nos creció el desfile
El desfile náutico cumplió 18 años de tradición y se hizo mayor en medio de un espectáculo musical cargado de mucho sabor y entusiasmo.
Cabe destacar que el encuentro no es solo una recocha. El evento tiene como fin tiene como fin recaudar donaciones para las obras sociales del voluntariado de la Acción Social Naval de Barranquilla, que contribuyen con el bienestar integral del personal de la Armada Nacional en esta ciudad, especialmente de los Infantes de Marina que prestan su servicio militar a la Patria y son beneficiados con capacitaciones y becas.
Cuando el cielito se fue poniendo naranja y el sol se iba recogiendo, las embarcaciones ya habían pasado por el Puente Pumarejo y se iban acercando a su destino: Las Flores.
En la ribera se veía algunos pescadores contando su cosecha del día y Marcela los saludaba con esa desbordadora alegría que la acompaña desde que estaba en la barriga de su mamá, y en vez de darle pataditas, ella bailaba mapalé, como lo dijo Mireya Caballero en entrevistas pasadas.
Después de la gozadera sobre el Río, Marcela llegó relajada a su Palacio Real, la ‘K-Z’ y desde ahí emprendió su rumbo a las diversas izadas de bandera de los grupos folclóricos.
“Ya tengo mucho tiempo para descansar cuando se acabe el Carnaval, por ahora lo que hay es energía”, finalizó.